Los protestantes exigentes queman llantas en vías de Sierra y Costa; los delincuentes avezados matan, hieren a los ciudadanos; las pandillas presas se disparan en cárceles.

¡Hasta cuándo padre Almeida destrozan y paralizan a Ecuador! ¡No quieren a la patria!, les gusta la violencia, el poder, sacar intereses personales, tajadas gordas para sus billeteras. El Gobierno y las gloriosas Fuerzas Armadas están para poner orden en la casa llamada Ecuador, tienen que hacerse respetar y hacer respetar al país. ¡Basta a las amenazas a la autoridad y a la democracia! (O)

Fabián E. Alonso, Quito