Para reconstruir un tramo de la calle Pedro Jorge Vera, en la ciudadela Guayacanes, norte de Guayaquil, los trabajadores comenzaron removiendo los escombros, amontonando piedras, cascajo, arena, tierras, palos, etc.

Los moradores del sector abrigaron esperanzas de contar con la calle reconstruida. Acto seguido los obreros desaparecieron por varios meses. Luego regresaron y la reconstruyeron en un 90 %. El 10 % restante, consistente en la reparación de las veredas que quedaron destruidas, está pendiente, así como terminar el trabajo en el centro de la calle en la que hay tres redondeles rellenados con piedritas. Además, alcantarillas a medio reconstruir, con desechos en su interior y algunas de estas sin rejillas. Nadie sabe algo de ellos, pues desaparecieron otra vez, dejando un aspecto sucio lleno de tierra, polvo en las fachadas de las viviendas y desechos al comienzo y final de la calle antes mencionada. ¿Cuándo terminará esta mala costumbre de que por años empiezan a realizar obras y después los señores desaparecen sin terminarlas? ¿Habrá alguien que supervise y reporte a la autoridad municipal competente este desempeño? ¿Habrá sanciones drásticas? (O)

Luis Alberto Hurtado Riera, máster en Educación superior, Guayaquil