Continúa el cierre de vías por el entorno del CNE provincial de Guayas, y los dueños de locales comerciales y de negocios en ese sector piden a las autoridades reabrirlas para recibir a sus clientes. Foto: José Beltrán/ El Universo Foto: Archivo


Soy administradora de uno de los tantos negocios situados alrededor del edificio del Consejo Nacional Electoral en Guayaquil, se trata de un trabajo familiar con más de 25 años dedicados al mantenimiento vehicular, ubicado en la zona entre las ciudadelas Atarazana, Naval Norte, Álamos uno, donde nos vemos afectados siempre en época de elecciones y después de estas.

Desde el viernes 3 de febrero están cerradas varias calles y se perjudican nuestras ventas. Tenemos colaboradores a los cuales debemos cancelarles sueldos, pagar a proveedores, pagar arriendos, servicios básicos, impuestos, etc. Antes de las elecciones se envió un comunicado al CNE para que esta vez nuestros negocios no se vean afectados, y aunque estamos conscientes de que pudieron haber desmanes de los seguidores de políticos, solo la primera semana se vio esa situación, de ahí hasta la fecha se nota menos policías, por lo tanto no nos explicamos ¿por qué nos siguen manteniendo encerrados como si estuviéramos en guerra?, ¿por qué no envían dicha protección a zonas donde de verdad se necesita control de policías que no estén parados bajo la sombra de un árbol sin nada que hacer? Hay solución, ubiquen este edificio en otro lado donde no afecte comercios y hogares, en la vía a la costa cerca al GOE o de una zona militar, si quieren hablar de seguridad; incluso por su cercanía a hospitales debería ser sacado de esta zona, todos los días vemos que caminan hasta el extremo de la avenida a tomar transporte a las personas de tercera edad o los niños que vienen a controles médicos. Otra solución podría ser que de las avenidas Democracia y Sufragio Libre solo cierren una vía, y las otras las dejen libres para el tránsito. Por favor, necesitamos respuesta de alguna autoridad. Necesitamos que nuestras calles y avenidas se abran para poder trabajar y recibir clientes. (O)

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Priscilla Célleri Montoya, ingeniera comercial, Guayaquil