Viajando y estando en Loja a cinco minutos de Vilcabamba, me detuvo una camioneta de la Policía Nacional. Con arma en mano, dos policías me hicieron bajar del vehículo, registrándonos a mi hijo (menor de edad) y a mí.

Uno de los policías empezó a revisar el vehículo, pero mi acompañante solicitó revisar junto a él; le expresó que hay muchos casos de ciertos malos elementos que colocan sustancias o armas para extorsionar; mientras que el otro policía me llevó a la parte trasera de mi automotor para hacerme escuchar un audio que decía ‘vehículo de tal color con placas de Guayas’. A los cinco minutos llegó otra camioneta con dos policías más, y esta vez estos querían hacer el chequeo. No especificaban qué error cometimos, solo decían que en el cantón Malacatos habíamos ‘botado algo’; no sabían, las versiones entre ellos no explicaban por qué nos revisaban tanto. Vieron que estuvimos atentos a cada revisión.

Analizo lo que nos ocurrió. Estas son mis recomendaciones al público; si tienen otras, publicarlas para ayudarnos todos: 1) Si te para la policía en la carretera, llama por teléfono al 911 y pregunta si están haciendo operativos y mantén abierta la llamada e informa que te pararon. 2) Pon las luces de parqueo y avanza si es posible a una gasolinera o donde haya gente, testigos (recordemos y evitemos casos como Fybeca o Restrepo). 3) No pueden requisar a un menor de edad; deben pedir autorización y hacerlo en presencia de su representante. 4) Solicita que solo un elemento revise el vehículo en presencia de ustedes para evitar malentendidos o que ‘planten algo’, y no es prohibido que grabes mientras lo hacen. 5) Los policías deben presentarse con su documentación. Conversando con familiares, conocidos, pudieron colocar sustancias sujetas a fiscalización, armas y decir que para evitar tu detención ‘pagues’; pudo haber un accidente con armas. (O)

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Nelson G. Aguirre Estrada, doctor en Cirujía plástica, Guayaquil