Los pitbulls son perros estupendos para defensa, para pelea, y sus defensores dicen que son adorables; muchos los utilizan como guardias para bodegas gigantes donde cambian su jaula del día por un espacio abierto, pero siempre solos, sin contacto humano o afecto alguno, lo que desarrolla en estos una carencia de sociabilidad total.

Allegados míos que han tenido pitbulls han recibido todas las sugerencias de familiares y amigos, especialmente teniendo niños; debido a los múltiples ataques que han ocurrido. Lo cierto es que en el primer amago o accidente del perro con el niño, el can es relocalizado inmediatamente. Así mismo pasa con los que no desean vacunarse contra el COVID-19, ya que en vista de que su comportamiento, su falta de voluntad, ponen en peligro a todos; el día que tienen un muerto en la familia, son los primeros en fila para vacunarse. Y hoy, gracias al plan de vacunación del Gobierno, no es por incompetencia o carencia de vacunas que no quieren vacunarse. Como se dice, el sabio vive de las experiencias de los otros, el inteligente vive de sus propias experiencias; pero el que no escucha, no vive ni de la una ni de la otra, sino de su propia tragedia. (O)

Raúl Andrés González Tobar, Manor, Georgia, EE. UU.