Meses antes de las elecciones presidenciales, año 2021, en entrevista periodística en el programa Vera ¡A su manera!, un alto dirigente político guayaquileño se refería a Correa como “el maligno satanás” a quien jamás él ni tampoco su partido lo apoyaría, por un corrupto.

Electo como presidente Lasso, se reunieron líderes políticos, y aquel alto dirigente como promotor consiguió una alianza llamada por Vera pacto suicida. Periodistas de investigación y analistas de opinión dijeron que el pacto consistía en dos puntos claves, la presidencia de la Asamblea para un asambleísta del partido de ese alto dirigente político y la liberación de Correa y otros de su movimiento con amnistías. El pacto no tuvo éxito por falta de votos. El alto dirigente líder continuó en conversaciones con “el maligno”, ordenando a los asambleístas de su partido como clásico cacique la ruptura de la alianza con el presidente y continuar con el partido del “maligno satanás”, hasta su liberación con la ‘Comisión de la Verdad’ que tampoco progresó por falta de votos en la Asamblea. Con pacto o sin este los sumisos asambleístas del alto dirigente líder cacique con los del “maligno” vienen boicoteando la labor del gobierno de Lasso; estimo que es por orden del alto dirigente líder cacique, quien ha convertido a su partido en cacicazgo, agrupación no deliberante sino obediente. ¡Qué poca o nada vergüenza tienen! Supongo que el alto dirigente cacique desea el fracaso de Lasso. ¡Qué ecuación tan difícil! La gran incógnita es ¿el alto dirigente líder cacique querrá ser presidente en elecciones con alianza del “maligno” y su gente? Mi opinión, de adulto mayor, tiene fundamento en la inoperancia de la Asamblea que puede calificarse como de boicot. (O)

Nelson Aníbal Ramos Paredes, ingeniero civil, Quito