Con gran expectativa se espera que el encuentro de Glasgow en esta semana no sea una cita turística más, sin decisiones ni conclusiones de sus delegados ineficaces; delegados que no se compadecen de los incendios forestales, las erupciones volcánicas, las inundaciones, los terremotos y más desastres naturales debido al calentamiento global causado por la contaminación del medioambiente.

Más interesa a dichos delegados los réditos que deja la industria con emisión de gases que los desastres que sufre la agobiada humanidad de nuestro planeta Tierra. Habrá elocuencia, propuestas y promesas sin sustentos pragmáticos constantes y sonantes, que comprometan con seriedad y dignidad el salvamento de esta realidad que más parece Apocalipsis. Que ayuden los medios de comunicación con espacios más generosos que los que conceden a los temas frívolos. Que se entienda, por favor, sin malsana hipocresía, que más vale la vida humana que el dinero que acumulan los mercaderes de siempre. (O)

Wilfrido Guillermo Álvarez, médico, Quito