Los asambleístas o el presidente de la República deben enterarse del cobro de valores extemporáneos que están haciendo algunas entidades como la CNT y el Municipio de Guayaquil.

Resultan sorprendentes los anuncios de cobros de valores de hace más de 4 años que está haciendo el Municipio de Guayaquil. Envía una diferencia (valor) de la tasa de recolección de basura donde detalla una diferencia entre el valor real que los usuarios ya pagaron versus el valor real correcto que ahora han determinado, recién después de casi 8 años. En muchos de los casos han emitido este detalle y lo han mandado a muchos inquilinos que actualmente ya no se encuentran habitando desde hace varios años en el sitio que causó esa tasa, ejemplo: entre esos 8 años que hacen la lista de esa diferencia por cobrar, han pasado por un inmueble más de tres inquilinos, y pretenden cobrarle al inquilino que actualmente está alquilando, quien apenas tiene menos de dos años en ese sitio.

Alguien de alguna dependencia del Gobierno debe de enterarse de estas irregularidades que están ocurriendo; por último, no es lógico que si un funcionario se equivocó y cobró menos del precio de las tasas o tributos para el Estado, debería ser ese funcionario público el que pague las diferencias que ahora muy equivocadamente están tratando de cobrar con sanciones a ciertas personas y entidades que no tienen nada que ver en el tema.

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Con la CNT pasa exactamente lo mismo, están cobrando deudas de hace más de 4 años a clientes que tuvieron el servicio de internet y que por ser este deficiente lo anularon o devolvieron junto con los equipos, pero ahora los están amenazando a los exusuarios con cobrarles dinero por vía coactiva. En mi caso, tuve la suerte de conservar por 6 años el comprobante de la devolución de los equipos y no cancelé los $ 900 que me estaban cobrando por vía coactiva; pero igual me sacaron $ 60 por conceptos de facturación, después de haber anulado yo el servicio. Absurdo, ¿no? Ojalá alguien pare estas situaciones anormales de cobros abusivos; parece que pescan a río revuelto. (O)

Segundo Gerardo Vargas, ingeniero comercial, Guayaquil