Fatídicas noticias por prensa escrita y televisada a diario evidencian un endeble resguardo a la seguridad ciudadana; es tan cierto que desde el lunes 18 de octubre del presente año el presidente Guillermo Lasso decretó el estado de excepción por la grave crisis delincuencial que campea en el territorio nacional. Pero es de cuestionarse si eso basta para contrarrestar el gran espacio que ya está tomado en manos del hampa.

La prensa ha cumplido su rol de informar diariamente que la situación es apremiante, el Gobierno empieza a ejecutar políticas públicas que buscarán disminuir esos altos índices delincuenciales, pero también nosotros como sociedad civil tenemos la obligación de colaborar en esta gran cruzada, no podemos ser silentes cómplices del deterioro de nuestro país; se preguntarán ¿cómo hacerlo?, denunciando, respaldando el actuar de los miembros policiales (no denunciarlos), colaborando en las investigaciones fiscales y evitando exponernos al peligro campeante. De esta cruzada saldrán victoriosos ellos –delincuentes– o nosotros, porque no hay más, se trata, estimados lectores, de vivir, no de sobrevivir como lo estamos haciendo; se trata de aunar juntos Gobierno, Policía Nacional, Función Judicial y nosotros, esfuerzos para confrontar a los destructores de una sociedad civilizada y de paz que es lo más valioso que le podremos heredar a nuestras futuras generaciones. (O)

Jordy Javier Pinela Vite, abogado, Babahoyo