Son ‘rutinas’ las muertes en la Penitenciaría del Litoral en la ciudad de Guayaquil, durante peleas de pandilleros, rebeliones por poder, drogas, armas, prostitución, delitos...; cortando cuerpos, cabezas, quema de personas, etc. Las autoridades, los derechos humanos, les bautizan ‘centros de rehabilitación’; a los recluidos les bautizan o sea llaman ‘PPL’ (personas privadas de libertad), no les llaman son presos, reclusos de las cárceles. ¿Esta es la “rehabilitación” que hacen al sistema carcelario, cambios de nombres y cambios de los cargos de las autoridades?, sin embargo son infiernos tomados por la corrupción de carteles, mafias completamente armados, tienen servicios de telecomunicaciones.

Las familias de las ciudadelas mal ubicadas en los alrededores de la cárcel tienen terror, dado que las balas de la Penitenciaría vuelan a los techos de sus casas, existe intranquilidad, cierre de vías. Les entrevistan los canales de televisión, denuncian el terror, que un día los carteles salgan de la cárcel a las calles. Las autoridades, Gobierno, Fuerzas Armadas no pueden esperar más. Existe una bomba de tiempo. Tienen que pedir ayuda a los Estados Unidos: parar, bajar el terrorismo organizado, les den haciendo los controles más fuertes. (O)

Simón Bolívar Jurado, Quito