El sector avícola ecuatoriano se encuentra en alerta por un virus de gripe aviar que vino en aves migratorias y potencialmente puede llegar a aves comerciales.

Las autoridades aplican protocolos para controlar y sin duda hacen un buen trabajo, con medidas de prevención eliminan potenciales riesgos para que el virus avance. El principal riesgo es la zoonosis (contagio especie a otra) poco probable ya que requiere de contacto entre animal y persona. El segundo es perder el control obligando a exterminar un porcentaje alto de aves quedándonos sin huevo y carne. Lo cierto es que los controles son fuertes por lo que nuestra carne y huevos son seguros.

Este virus no es único en Ecuador, todos los países lo viven, ahora nuestro vecino Perú tiene un problema similar y durante seis meses se mantendrán controles para mermar y proteger a la industria. Hasta aquí pareciera que todo está controlado, pero nuestras instituciones a veces son islas y como carecemos un plan de acción nacional donde se no se involucran otras instituciones que permiten que lleguen productos ciertos concentrados proteicos que entran sin seguir reglas; ciertas harinas que entran como fertilizantes y rompen controles para ser libres de fiebre aftosa, otra enfermedad de la cual venimos luchando años para poder exportar carne. Las autoridades deben investigar. Deben pensar en controles más específicos y bajar costos para consumir más, exportar más y generar más trabajo. La ilegalidad no paga, hay que comenzar de algún lado. (O)

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Óscar Hurtado, Guayaquil