Una hermana antivacuna al ciento por ciento no se vacunó. Decía que por qué nos vacunamos, “van a morir”. Estaba bien, se enfermaba poco. No sabemos cómo se contagió de COVID–19, empezó con dolor de garganta, después se ahogaba... Había tenido los pulmones muy inflamados y murió.

Nuestros padres de la tercera edad, hermanos de 33 años para arriba y abuela de 90 años estamos vacunados con todas las dosis, vivos; a unos ya nos dio COVID el año pasado solo como gripe. (O)

Ernestina Graciela de Ruiz, Guayaquil