Estimado señor director:

Quisiera comentar algunas sentencias, respecto a mi país, hechas en la entrevista realizada al estimado embajador ecuatoriano ante la ONU, señor Hernán Pérez Loose, publicada en el Diario EL UNIVERSO el 16 de enero de 2023.

Según la opinión del señor embajador, la duración del conflicto en Ucrania depende de que el Gobierno ruso tome la decisión de sentarse a negociar un acuerdo de paz. Quisiera recordar que Rusia estaba dispuesta a negociar desde los primeros días del conflicto en contraste con el régimen de Kiev, que en el nivel legislativo prohibió las negociaciones con el Gobierno ruso. El problema es que las autoridades actuales ucranianas no son independientes, lo que ha permitido que los países de Occidente tomen decisiones por Ucrania sin su participación. Fueron ellos quienes le prohibieron al presidente Zelenski llegar a acuerdos con Rusia a finales de marzo de 2022, mientras que el acuerdo ya estaba preparado después de tres rondas de negociaciones en Bielorrusia y Turquía. Occidente decidió por Ucrania que no era el momento. Ahora se sigue con el mismo discurso: hace falta enviar más armas para extenuar a Rusia. Al mismo tiempo, el secretario general de la OTAN, al estilo de una distopía de George Orwell, afirma que “el suministro de armas a Ucrania es el camino hacia la paz”.

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La falta de voluntad de Kiev y de Occidente para resolver problemas por métodos diplomáticos se manifestó hace mucho tiempo. Son muy demostrativas las revelaciones del excanciller de Alemania y el expresidente de Francia de que los acuerdos de Minsk eran solo una forma de ganar tiempo para fortalecer el potencial militar de Kiev y prepararlo para las operaciones militares contra Rusia. Se hace evidente la larga mentira de Occidente sobre la supuesta búsqueda de vías diplomáticas para resolver la situación en Ucrania.

Recordemos que los acuerdos de Minsk del 12 de febrero de 2015 supusieron un alto al fuego, la renuncia a las hostilidades y el diálogo directo entre Kiev y los representantes de Donetsk y Lugansk. Los acuerdos fueron aprobados por la Resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU y pasaron a formar parte del derecho internacional.

Hoy resulta que ni Kiev ni sus patrocinadores tenían la intención de cumplir con esta resolución desde el principio. Occidente creaba condiciones cómodas para el régimen de Kiev para el sabotaje de los acuerdos de Minsk, alentaba formas feas de nacionalismo agresivo, entrenaba y armaba a miembros de grupos neonazis, se hacía de la vista gorda ante los ataques contra la población civil de Donbás.

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El último ejemplo de la falta de disposición de Kiev a negociar era la propuesta rusa de la tregua por la Navidad ortodoxa, efectivamente implementada por nosotros en toda la línea de contacto de combate con Ucrania. Kiev no solo no respondió simétricamente, sino que intensificó durante estos días el bombardeo de asentamientos humanos y posiciones rusas.

En cuanto a la propuesta del señor Pérez Loose sobre la disposición del Ecuador para mediar, el 18 de enero de este año el canciller ruso, señor Serguey Lavrov, subrayó que Rusia estaba dispuesta a considerar cuidadosamente y responder a cualquier propuesta seria, pero ahora no se ven tales propuestas. Según nuestra posición, el mediador debe tener en cuenta la disposición de ambas partes para las negociaciones. Por lo tanto, tal mediación solo es posible si los países que la proponen adoptan un enfoque imparcial y equitativo.

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Hago propicia la oportunidad para expresarle las seguridades de mi más alta y distinguida consideración. (O)

Vladimir Sprinchan, embajador de Rusia en Ecuador, Quito



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