En mi calidad de ciudadano guayaquileño, hijo de padre y madre guayaquileños, gozando hoy de la responsabilidad que me concedió el Estado para dar fe pública como notario público, además por ser suscriptor de este Diario y haber disfrutado desde mi niñez de la lectura de las secciones que lo componen, admirador profundo de la letra de muchos de sus columnistas, siendo testigo de las diferentes situaciones por las que Diario EL UNIVERSO ha cruzado desde que ha llegado a mis manos y, finalmente, haber aceptado su nuevo formato de edición luego de tantos años con tamaño diferente:

Me permito hacerle llegar mi felicitación por los primeros 100 años de institucionalidad, deseando que continúe con esa misión de variada información y valiosa orientación a la ciudadanía. (O)

Virgilio Jarrín Acunzo, doctor, notario Decimotercero del cantón Guayaquil