La igualdad de derechos entre los hombres sirve para que la humanidad sea más comprensiva y nadie menosprecie a nadie. Todo ser tiene derecho a la propiedad y a la seguridad. Todo ciudadano es libre de escoger su profesión y ocupar las dignidades de acuerdo a su capacidad y a sus méritos.

Las libertades de pensamiento, de comunicación, de circulación, están amparadas por el Estado. Nadie puede ser molestado por sus opiniones ni siquiera por su religión, con tal de que su manifestación no trastorne el orden público establecido por la ley. En otras palabras, los derechos son conquistas obtenidas por una ciencia social, los derechos como antesala de la justicia nos dan libertad. Las acciones dependen de nosotros por lo que valemos, y si valemos, los actos deberán ser correctos. Si existimos es para superarnos, responsabilizarnos, contribuir a la sociedad.

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La libertad es una síntesis de sentimientos y de ideas. Estemos orgullosos de los derechos que nos traen justicia y libertad. La grandeza de los pueblos está en la aplicación de los derechos y en el cumplimiento de los deberes. No rehuyamos a esto, cuando se trate de preservar el derecho a la dignidad; solo así volveremos a condiciones que nos permitan regocijarnos de la humanidad.

Ciudadanos, los deberes, los derechos y las libertades nos tienen que llevar a una toma de conciencia sobre el papel a desempeñar como sociedad civil, con el objeto de tener un país más limpio de la corrupción. (O)

Esneyder Castro Salvatierra, Jipijapa