La diabetes es una de las enfermedades más graves, no por lo que realmente es, sino por la ignorancia que tiene la gente sobre esta.

Una idea clara fundamental y básica que deben tener todas las personas es que la diabetes se origina por la falta de la insulina que normalmente se produce en nuestro organismo, en el páncreas, en las células beta de los islotes de Langerhans; o sea, todos los seres humanos tenemos y producimos insulina en nuestro cuerpo. Entonces, ¿por qué el temor a usarla cuando nuestro organismo la necesita? Hay tres clases de diabetes: tipo 1, tipo 2 y gestacional. La tipo 1 es genética, de ley se debe usar insulina porque desde que se nace el páncreas no la produce; la tipo 2 es la que se presenta desde la edad de 30 años en adelante, se da de a poco y va aumentando con el tiempo; y la gestacional se presenta con el embarazo.

La enfermedad se manifiesta al comienzo con mucha orina, mucha sed, mucha hambre y deshidratación, con los niveles de azúcar que van aumentando de 100 a 120, 130, 140, 150, etc. Al principio se usan los antidiabéticos por la boca: metformina, glibenclamida, DPP4, SGLT2, etc. Un secreto, la mayoría de las veces los diabéticos cuando su glucosa está por encima de 200 mg/dL ya el paciente necesita insulina. La hemoglobina glicosilada o glucohemoglobina es una prueba que la hacen en cualquier laboratorio; si está por encima de 6 el paciente necesita insulina. Hay otras pruebas sencillas que se hacen para ver si falta insulina. Si falta, por favor, póngasela porque esto le va a salvar la vida; claro, prescrita por el especialista que sabe cómo usarla. Yo la conozco hace más de 50 años cuando se la usaba para el tratamiento de la esquizofrenia, cosas de locos. Por no usar insulina a tiempo, muchos amigos a los cuales les rogué, les supliqué que se la pongan, no lo hicieron y la mayoría si no se ha muerto está sin dedos, piernas, pies; en diálisis, ciegos, con dolores tremendos en las piernas (polineuropatía), impotentes. Ahora hay insulinas modernas, la glargina, demora 24 horas, no baja de golpe el azúcar (no produce picos), la aguja es tan pequeña que no se siente, viene en forma de pluma, es el ‘milagro’ para el diabético que la necesita, porque lo mantiene intacto y en buenas condiciones físicas, y puede tener muchos años de vida controlada, alegre. (O)

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Hugo Alexander Cajas Salvatierra, doctor, Milagro