De acuerdo a un editorial de este Diario, el presidente Lasso tiene la obligación moral de dar a conocer a todos los ecuatorianos el origen de las contribuciones a las campañas electorales; considero que este es el pecado original para los actos de corrupción, debido a que los que contribuyen a las campañas electorales luego se creen con derecho a obtener contratos con sobreprecios, cargos de embajadores, etc., y se vuelve necesario tener esta información sobre las contribuciones ilegales, excesivas a las campañas políticas, y si ese dinero proviene del crimen organizado, del narcotráfico, etc.

Como se conoce, en el pasado, dinero sucio también se ha utilizado para comprar votos de la gente pobre, de la menos informada, etc. Igualmente, el Gobierno debe hacer más esfuerzos para recuperar lo que se han llevado los sentenciados por casos de corrupción. Procurador, fiscal, jueces, Comisión Anticorrupción, embajadores en paraísos fiscales, Unidad de Análisis Financiero y Económico, etc., para eso ganan sus sueldos. Hemos leído que en algunos casos una parte del dinero de los actos de corrupción en Ecuador fue recuperado por autoridades de Estados Unidos, donde se trataba de lavar dinero sucio, pero los gobiernos de Ecuador (Moreno, Lasso) no recuperaron nada. (O)

Jaime E. Zeas, economista; Washington, EE. UU.