La farmacodependencia constituye un problema de salud pública en muchas ciudades, por su alta tasa de prevalencia, considerándose una epidemia de los tiempos modernos.

Como resultado de la investigación científica, sabemos que la adicción a las drogas es un trastorno de salud que afecta el cerebro y modifica el comportamiento. Se define a la adicción como un trastorno crónico y recurrente caracterizado por la búsqueda y el consumo compulsivos de drogas ilícitas y alcohol, pese a sus consecuencias negativas. La adicción a las drogas ilícitas y al alcohol es una enfermedad mental causada por una combinación de factores del comportamiento biológicos y medioambientales, que traen como resultado cambios en la estructura y la función del cerebro. Similar a otras enfermedades mentales, la adicción a las drogas también conocida como trastorno en el uso de sustancias ilícitas, deteriora la capacidad de los pacientes para estudiar y trabajar, mantener una relación estable en pareja o afrontar situaciones estresantes.

Todavía no comprendemos cabalmente por qué en algunas personas se genera la adicción o de qué manera las drogas modifican el cerebro para que estimule el consumo compulsivo de estas. El abuso a consumir drogas ilícitas por largo tiempo puede desencadenar enfermedades mentales (depresión, ansiedad, trastorno bipolar, esquizofrenia...). El cerebro sufre un significativo neurodesarrollo entre la infancia y la adultez joven, la maduración continua hasta los 25 años. Los adolescentes son un grupo muy vulnerable, comparado con los niños y adultos en el inicio y progresión del uso de drogas; el cerebro aún está en desarrollo, es más probable que el consumo a esta edad perturbe la función cerebral en zonas que son críticas para la motivación, la memoria, el aprendizaje, el juicio y el control del comportamiento. (O)

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Jaime Benites Solís, doctor, clínico intensivista, Guayaquil