Si hay algo que caracteriza a Guayaquil a través de la historia, es su constante lucha contra piratas, colonizadores, pandemias, mafias del narcotráfico, violencia. Es un deber cívico defenderla sobre todo de quienes llevan en la sangre a la ciudad que representa al comercio, a los sueños de las personas del resto de las provincias que van a probar suerte en la perla; a los migrantes que buscan oportunidad para superar las crisis económica.

Esta nueva lucha histórica, ahora contra la delincuencia, el narcotráfico, debe empezar con los ciudadanos, manteniendo el orden, la empatía y la solidaridad. Cómo combatir la delincuencia en aceras, parques que son bases de vendedores y del microtráfico y de consumo de drogas. Con pequeños actos cívicos se empieza esta batalla y sobre todo con la acción de las autoridades de turno. (O)

Jaime Javier Ortiz Flores, doctor en Odontología, Guayaquil