Las personas enfermas necesitan amor y sentir que no están solas en el dolor. Foto: Shutterstock


Llevando ya un largo periodo de enfermedad incurable, además de tortuosa..., intento concentrarme, no sin esfuerzo, para poder compartir esa miscelánea de sentimientos que rondan por mi cabeza durante este trance.

Sin poder evitar caer al precipicio en las primeras fases, una vez en el fondo, van apareciendo las sombras de todo aquello que siendo imágenes reales, ahora las debo ir componiendo con los sentimientos más puros para reconocerlas. La conciencia busca el arraigo del amor para suprimir la distancia entre la vida y la muerte, que queda vacía sin su manifestación. ¡Cuánto amor he recibido y sentido de mi familia, que ha sido capaz de llenar ese vacío existencial que nos aborda en estos momentos tan duros!

Publicidad

Entre la explosión y el gozo que trae el nacimiento de un bebé queda sellada la unión con la excelencia del amor entre la vida y la muerte. (O)

Jesús Sánchez–Ajofrín Reverte, Albacete, España