En la ciudadela del Periodista -sur de Guayaquil- a los residentes, en su mayoría personas mayores, nos tiene enfermos, incómodos y molestos el vivir sobre cloacas rebozadas; alcantarillas de aguas sanitarias están colapsadas desde hace algunos años y ninguna institución pública encargada del tema no ha dado solución a nuestros reportes de este problema urbanístico y sanitario.

El mismo pedido hicieron moradores a la anterior administración municipal, la cual mediante oficio AG-2017-32767 de diciembre 19 de 2017 lo aprobó; lamentablemente, al parecer quienes debían ejecutar dicha orden solo vinieron a inspeccionar nuestras manzanas B 7 y B 8 de la ciudadela, y no arreglaron nada. A Interagua también le hemos reportado sobre el taponamiento. En mi cuadra (manzana B 7), en todos estos años somos tres las personas que siempre pagamos a un señor que pasa por la ciudadela con cañas largas ofreciendo su servicio de destapar tuberías, inodoros, alcantarillas; y ayuda a evacuar la inmundicia para que desfogue. El método es criollo, por lo tanto no se soluciona del todo, y los olores y gases que salen de la alcantarilla, sumado a las aguas servidas regadas en veredas y calzada, es horrible, pestilente. Cerramos todas las ventanas, puertas, sin embargo los malos olores se pegan en las cortinas, ropa lavada que se está secando en los patios, etc. Es una mortificación vivir así. De nada beneficia a los usuarios de nuestra ciudadela que paguemos desde hace 50 años una tasa por estos servicios esenciales de alcantarillado si no los recibimos correctamente. Estamos sobre una cloaca que nos quita calidad de vida. El ambiente está infestado. Las autoridades deberían demostrar diligencia en la función pública y consideración con la ciudadanía que paga impuestos y comunica desperfectos esperando que sean atendidos. (O)

Cecilia Alvear Merizalde de Rendón, Guayaquil