No se trata de esa ‘agenda apretada’ que muchos dicen tener para en la realidad no hacer nada. Es la ‘Agenda’ que los Gobiernos de diversos países, entre esos Ecuador, han elaborado para la ‘igualdad de género’ y cada vez logra ‘éxitos’ increíbles en su realización. Fáciles de replicar lo indebido, a un mal día se lo vuelve ‘buen día’ y Ecuador comienza a ser parte de la corriente de aquello que atenta contra las buenas costumbres, la sana moral, el normal funcionamiento de la familia, el respeto a la vida humana; y entonces se lucha –y se lo va consiguiendo– por el aborto, cierto llamado ‘matrimonio’ (no de hombre y mujer), la liberación del consumo y venta de drogas..., y así por el estilo.

¿Qué se gana con ello? Nada. ¿Qué se pierde? Mucho. No se trata de hipocresía, ser pacatos y religiosos, como indican para justificar; sencillamente es inadmisible que lo malo, de la noche a la mañana, sea lo contrario.

Ahora, como cosa corriente en algunos países, como en España, con aval estatal se invita a adolescentes a espectáculos donde los ‘actores’ se desnudan con desparpajo, se ofrecen talleres para chicos de 6 a 12 años y se los hace jugar a ser una ‘versión diferente de sí mismos’, vistiéndose con la ropa que quieran y llamando a que los padres ‘descubran’, o quizás lo ‘correcto’ sea amputar sus miembros innecesarios. Se realizan ‘yincanas sexuales’ –(es decir pruebas de destrezas con juegos)– para menores de edad, para que el niño aprenda a colocar preservativo, etc. Y la ministra de Igualdad, Irene Montero, dice que si los niños quieren y lo consienten pueden tener relaciones sexuales con quien quieran.

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La ‘Agenda’, infelizmente avanza a nivel global, va por los niños para construir con ellos los cimientos de la torre de perdición humana. ¡Hay que impedirlo! (O)

Jorge Arturo Gallardo Moscoso, licenciado en Comunicación Social, avenida Samborondón