En Ecuador, país petrolero, se discute fijar precios de las gasolinas pero se olvida su afectación a los adultos mayores, que también las utilizan cuando poseen vehículos obtenidos con gran esfuerzo del trabajo de toda su vida.

Se justifica el elevado precio de la gasolina súper diciendo que la consumen “vehículos de alta gama”, cuyos propietarios pueden cubrir su elevado costo. Pero en el último decenio los vehículos, incluso, de costo inferior a $ 20.000 vienen con motores menos contaminantes y necesitan combustible de mejor calidad para evitar daños; por eso, no solo utilizan la gasolina súper los vehículos de alta gama. Es de justicia, los adultos mayores y los que tienen discapacidades, deberían ser beneficiados con la exoneración del 50 % cuando utilizan gasolina súper en sus vehículos. La Ley Orgánica de la Personas Adultas Mayores tiene beneficios para proteger al jubilado y asegurar una vejez digna. Y el artículo 13 establece beneficios no tributarios, exonerándolos del 50 % de ciertas tarifas y servicios básicos; otro de estos sería la gasolina súper con una rebaja al 50 %. Es justo porque los jubilados utilizan sus vehículos no solo para tareas personales, sino para pequeños emprendimientos productivos. Para esta rebaja bastaría presentar la cédula de identidad y la matrícula del carro, cuyos datos serían verificados en las gasolineras. (O)

Wilson Homero Sánchez Castello, abogado, Guayaquil