Los tanques de pensamiento de enfoque marítimo concuerdan que el control del mar en los espacios oceánicos expuestos a amenazas que provienen de múltiples fuentes, depende esencialmente de la cooperación que genere confianza entre los actores y el Pacto de Seguridad Aukus –anunciado por Australia, Reino Unido y Estados Unidos–, es consecuencia de aquello, al que se añade el QUAD que ampara los ejercicios Malabar entre Australia, Estados Unidos, India y Japón; ambos permiten que los actores que lo conforman sean capaces de llevar a cabo operaciones de control para mantener abierta y libre la amplia región del Indo-Pacífico.

Pero la visión de la geopolítica marítima de los pactos es la de promover el desarrollo identificando las oportunidades que favorezcan la participación de la academia y la industria que son las que generan el nuevo conocimiento y empleo, indicadores del grado de bienestar de la población. En este sentido, Aukus contempla la ayuda en la construcción de submarinos de propulsión nuclear (no armas nucleares) para Australia, con el consiguiente aumento de la autonomía para las operaciones de control del mar. De hecho, Silicon Valley y otras ciudades del conocimiento, se frotan las manos por lo que esto significa para la investigación científica y la innovación. Lo propio ocurre con la industria naval y las actividades asociadas, es decir, es el marco ideal para favorecer el trabajo bajo el auspicio del Estado, la academia y la industria en la consolidación del bienestar de sus connacionales. Las decisiones de geopolítica marítima adoptadas por el Ecuador no necesariamente provienen de la seguridad, sino de la necesidad de cooperación en el comercio y la explotación de recursos, que se manifestaron en el comercio desde tiempos de los navegantes aborígenes, la posesión de las islas Galápagos en 1832, la Declaración de Santiago en 1952, en las adhesiones al Tratado Antártico en 1987, la Convención de Antigua en el 2003 y la Convemar en 2012. Si bien las industrias como el comercio, transporte marítimo, astilleros, pesquería, explotación de hidrocarburos, acuacultura y turismo encontraron sus oportunidades; la cooperación con la academia aún debe mejorar para consolidar, fortalecer y hacer más competitivos en producción y productividad a los clústers industriales para apoyar con solidez al bienestar de los ecuatorianos. Mientras tanto, la seguridad y el control del mar se basan en la cooperación en las operaciones Unitas que se ejecutan desde 1959, y en acuerdos bilaterales. (O)

Hernán R. Moreano Andrade, militar (s. p.), máster en Oceanografía, Guayaquil