Edificio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de Guayaquil.


El Gobierno nacional anuncia la conformación de una comisión especial para que elabore un cuerpo legal que reforme la estructura del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), a fin de que –anunció el primer mandatario en cadena nacional– la entidad obtenga nuevos ingresos que permitan cumplir a cabalidad sus fines: pagar pensiones a jubilados y beneficiarios, brindar muy buena atención de salud en hospitales y dispensarios, calcular y entregar cesantías justas y legales a los afiliados que se acogen a la jubilación, conceder préstamos con bajos intereses para obtener vivienda propia o cubrir otras necesidades de la clase obrera y empleada del país.

Parece que se está haciendo costumbre del régimen instalar comisiones y mesas de trabajo para diluir obligaciones que debe cumplir al pueblo ecuatoriano, tal como pasa con los jubilados y con indígenas, distribuidores de combustibles, agricultores, maestros, estudiantes, pequeños industriales, comerciantes, etc., que vienen reclamando solución a sus graves problemas que los afecta económica y socialmente. Si en lugar de hacer tanta publicidad pagara los más de $ 8.000 millones que debe al IESS por varios conceptos como la mora patronal, los bonos, y exigiera que las empresas cancelen puntualmente sus obligaciones con esta institución social, se saldría de la grave crisis económica y financiera por la que atraviesa el IESS, y no solo anunciaría la entrega de apenas $ 300 millones que resultan irrisorios ante la abultada deuda. Esta obligación del Gobierno puede pagarse asignando más dinero al presupuesto general del Estado cada año, para cancelarla lo más pronto. Además, podría aumentar el valor de las pensiones jubilares según la realidad y no las irrisorias cantidades que van de $ 1 a $ 3 mensuales cada año. (O)

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José Gorotiza Véliz, licenciado, profesor y periodista; Guayaquil