Todo tiene su final. ¿Perpetuarse en un cargo futbolístico y ni siquiera ser finalistas de la Conmebol, peor ganar campeonato local cuando se pierde el trofeo por quemeimportismo a cambio del dinero de las entradas, cuando lo más técnico y loable era suspender el partido para otra fecha porque llovió?

Con una plantilla de jugadores que no supo defender la historia de un club, cuando dos veces se ha perdido de local con Liga y el reciente juego. ¿Qué ganó el hincha?, coraje, desencanto, tristeza de observar un equipo sin repuesta que ganó 1–0 y perdió 3–1 con defensas (Leguizamón y compañía), sin marcador izquierdo; cuando lo técnico era a partir del gol línea de 5 o 6, como hizo Pavia, cuando en desesperación Emelec atacaba y no concretaba por la alineación ineficiente. Un exdirigente en vida dejó dicho que Emelec nunca será campeón de la Libertadores si no se tiene dirigente futbolísticamente hincha; ¡que siente la cháchara de los otros y sigue siendo capaz de asistir a un estadio que no representa localía sino sufrimiento cuando juega con equipos mejores como Independiente, 9 de Octubre, Técnico y otros que se llevaron puntos del estadio que antes dio goleadas. Debe darse paso a una elección clara donde todos los socios votemos, así adeuden cuotas, pues si no se ha asistido al estadio es por el virus. Respecto a Rescalvo, tiene suerte que las barras no le digan fuera, fuera, como a otros. Se vino de equipo campeón a un equipo eliminado y amargó la fiesta en el Capwell. Si no hay otros candidatos que ofrezcan cambios futbolísticos para gloria de Emelec, no acudiré a votar. El estadio es del club y no de ningún socio, solo ganamos satisfacción cuando nuestro equipo es arrasador, y no timorato y por eso perdemos tiempo para nuestras familias, dinero y tenemos broncas. (O)

Johnny Alipio Cedeño García, ingeniero, Guayaquil