La parroquia Pascuales y toda la ciudad de Guayaquil no tienen seguridad, dado que los delincuentes asaltan a los ciudadanos.

El restaurante, la tienda, la casa, el bar, la panadería, la peluquería, etc., reciben las ‘visitas’ de los delincuentes armados. Existen atracos, ventas de drogas, etc. No tienen frenos la inseguridad, la corrupción, las mafias en Pascuales y a lo largo de todo Guayaquil y del Ecuador. (O)

César Julián Lindao O., Guayaquil