Sí, es una hazaña conducir en Guayaquil (editorial de Diario EL UNIVERSO, ‘Conducir en Guayaquil es una hazaña’, publicado el 5 de enero de 2023, https://www.eluniverso.com/opinion/editoriales/conducir-en-guayaquil-es-una-hazana-nota/ ) y no solo por las altas velocidades fuera del rango permitido que cometen conductores de vehículos particulares, de vehículos que transportan pasajeros tanto de buses y taxis o transportes de carga; también lo es por las cantidades de motos que se cruzan en serpentinas a altísimas velocidades y de improviso, sea por la derecha o la izquierda, sin poder detectarlas por los espejos retrovisores.

También cometen falta a la ley de tránsito, aquellos que circulan por vías con rangos de velocidad para automotores livianos y pesados, que no cumplen con esa norma transitando a bajas velocidades, obstruyendo el flujo vehicular. Peor aún, aquellos conductores donde en vías de cuatro, cinco carriles, que es necesario rodar en rangos de velocidad permitidos, se cruzan con luz direccional de lado a lado los carriles a bajísima velocidad, obligando y entorpeciendo a un flujo vehicular que transita en rangos de velocidad permitidos, además de poner en peligro de colisiones a los ocupantes de los vehículos. Lo correcto en estos casos es usar los retrovisores para asegurar la maniobra y acelerar para rebasar sin obstruir el flujo y prevenir colisiones. En los rangos establecidos, no todo es solo fijarse en las velocidades altas como causales de accidentes, las velocidades bajas también lo son en la medida que el conductor no recuerde el cuestionario que memorizó para lograr su licencia de conducir. (O)

Diego Cordovez Noboa, avenida Samborondón