Vladimir Putin está cometiendo una agresión injustificada que viola el derecho internacional. Solo Maduro, Ortega y el dictador de Cuba pueden justificar una acción así, por dependencia y servilismo.

Al parecer, Putin quiere recrear el imperio zarista–soviético que sometió a los países del este de Europa y de Asia Central. El ‘ideal’ imperial, luego de dos terribles guerras mundiales, es absolutamente obsoleto. Ya no es el momento de imperios sino de repúblicas libres que se respetan mutuamente. Y el uso de armas atómicos, con que ha amenazada Rusia, es desde luego inmoral e irresponsable. Además, en una guerra atómica no habría ganadores: solo desolación. Ningún hombre responsable, con ética, aplastará el botón de un arma atómica. Creo que en este momento el mayor deber de un ciudadano ruso responsable es el de derrocar al tirano Putin. Creo también que Putin está cometiendo crímenes de guerra al bombardear hospitales, jardines de infantes, escuelas y ciudades, y tiene que ser juzgado por el Tribunal Penal Internacional. En cuanto a los Estados Unidos, desde la vergonzosa retirada de los norteamericanos de Afganistán, que condenó a un pueblo a un régimen primitivo, Biden tiene la obligación moral de reivindicarse y hacer algo más con respecto a Ucrania, país que tiene derecho a ser una república libre y europea. La verdad es que la invasión de Ucrania le ha salido mal a Putin y al Gobierno ruso. Lo que se pensó iba a ser una operación de pocos días ahora resulta una guerra interminable y costosa, bastante impopular y con muchos muertos del lado ruso. La única salida para Occidente y para la élite rusa, parece ser la destitución de Putin y su entrega al Tribunal Penal Internacional de La Haya para ser juzgado por crímenes de guerra, y una renovación de las relaciones con Occidente para modernizar a la República rusa y dejar en paz a Ucrania, aunque sea sin Crimea. (O)

Eduardo Mora Anda, embajador (r), Quito