El islote El Palmar tiene un frente hacia Guayaquil y otro a La Puntilla.

En época de inundaciones ¿servirá el dragado del río Guayas?

Vistas las pavorosas inundaciones en los últimos días en casi toda la ciudad de Guayaquil y sectores aledaños, se ratifica la urgente necesidad, irresponsablemente eludida o postergada por numerosas administraciones provinciales y cantonales, de dragar el cauce del río Guayas como una de las formas de contener y evacuar gran parte del agua que cae por las lluvias y las subidas de la marea. (https://www.eluniverso.com/guayaquil/2020/11/14/nota/8048497/islote-palmar-solucion-ahora-nueva-licitacion-51-anos-dragado/)

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Providencialmente, según se ha informado oficialmente, la draga especialmente contratada está por llegar a Guayaquil para iniciar por fin los trabajos de remoción de sedimentos. Por eso es, más allá de la discusión sobre supuestos o reales ahorros logrados en la negociación, que surge una crucial interrogante: ¿Finalmente, qué se va a dragar?, ¿el contorno del islote El Palmar y/o también el cauce del río Guayas?, porque si es solo lo primero –deja entrever el contrato–, no se solucionaría mayor cosa según criterio generalizado; solo se profundizaría un foso alrededor del promontorio y volvería a llenarse de sedimentos en corto plazo. Según expertos, solo el dragado del cauce del río Guayas, desde su nacimiento y al menos en su curso frente a la ciudad, contribuiría a recuperar el calado del cauce actualmente disminuido casi en su totalidad, por el material acumulado a lo largo de muchos años. Dicen que solo así el río acopiaría mayor volumen de líquido y tomaría la fuerza y fluidez necesarias para evacuarlo al mar, disminuyendo de esa forma la gravedad de las inundaciones en la ciudad. Sería urgente que la autoridad correspondiente explique los alcances de los trabajos de dragado, proporcionando la seguridad de que la obra, tanto tiempo postergada, servirá para algo. Al menos para aplazar el mayor tiempo posible que Guayaquil sucumba bajo las aguas. (O)

Teófilo Villón Barros, periodista, Guayaquil