Guayaquil así como Durán están afrontando las invasiones de terrenos con la intención de revenderlos posteriormente y obtener lucro, siendo un gravísimo problema a la sociedad que lucha contra la delincuencia.

Las invasiones son parte activa de la delincuencia. Fiscales no actúan al respecto, falta autoridad sobre este tema. Hace poco pude leer en este prestigioso Diario un artículo del desalojo de invasiones en el sector de Samanes. Hago un firme llamado a las autoridades pertinentes a actuar por esto, que no es solamente en las áreas suburbanas donde sufren sino en otras áreas urbanas de propiedad privada. El irrespeto a la propiedad privada constituye un delito y una vulnerabilidad al derecho fundamental de propiedad. Es menester escuchar las denuncias de invasiones que se ventilan en las fiscalías y por miedo a represalias no son resueltas oportunamente, dando cabida a que continúe en su hegemonía la delincuencia y las invasiones crezcan. (O)

Javier Barragán Rovira, abogado, Guayaquil