Entre abstenciones del poder Legislativo, la aprobación de la propuesta de ley de libre expresión y comunicación parece ser una utopía.

No sabemos en qué puesto de asuntos pendientes se encuentre el proyecto de ley de comunicación, ni cuándo se debatirá y mucho menos su resolución. Lo que sí sabemos es que tenemos una Asamblea tan segmentada por intereses de bancadas que la respuesta a esto parece imposible. Al parecer la libertad no es lo más importante para las autoridades y lo podemos evidenciar. Hoy tenemos una reforma tributaria que deja mucho que decir, afecta a la clase media, la cual mantiene la economía del país, y la abstención de dichas autoridades fue su “valiente” decisión. ¿Qué podemos esperar en materia de comunicación? ¿Dónde están los derechos de los comunicadores? La comunicación y sus códigos hoy en día se usan como apreciación personal y a ventaja, limitando así la libertad de expresión. (O)

Génesis Nicole Ruiz Banchón, periodista, Guayaquil