Acudo al complejo judicial a presentar dos demandas. La señorita de ventanilla me recibe los documentos, los revisa, indica: “Necesito cuatro hojas”. Pregunto: ¿Cómo? Nuevamente dice: “Deme comprando cuatro hojas para ingresar” (el trámite).

Regreso comprando las hojas, digo: “¿Me despacha?”. La señorita dice: “No hay material”. Por eso piden a los usuarios traer sus hojas de papel para que les redacten el ingreso del trámite. ¡Así están en las oficinas de nuestra justicia, a la vista de todos! Presidente de la Corte Nacional, presidente del Consejo de la Judicatura, presidente de la Asamblea Nacional, ministro de Finanzas, qué confianza tiene la ciudadanía en la justicia si no dispone ni de una hoja para atender al usuario. La justicia es un pilar fundamental en el ordenamiento de nuestro país, lamentablemente es lo contrario. Nosotros los profesionales del derecho, abogados, nos topamos con una serie de trabas u obstáculos en el desarrollo de los litigios, como son demora en citar, mala calificación de las demandas, lentitud en los procesos, resoluciones mal realizadas porque se equivocan en anotar los nombres y apellidos de los litigantes, las resoluciones parecen copias de otras similares, etc. Existe un exceso de burócratas en el Consejo de la Judicatura y en la Corte Nacional de Justicia, pues cada juez tiene cinco secretarios, la ciudadanía pone en tela de duda a ciertos fiscales y jueces por sus actuaciones que son equivocaciones en los procesos. Me parece que es hora de realizar cambios necesarios y urgentes en nuestro sistema de justicia. (O)

Patricio Guijarro Polo, doctor en Jurisprudencia, Quito