El autocuidado y protección son y serán siempre una actitud con conciencia para una vida de calidad y una salud de plenitud. Esto favorece a la inmunidad y a la comunidad que son expresiones indispensables para mantener la armonía en unidad, haciéndonos sentir huéspedes del ser vivo, nuestro hospedero, la Tierra, con sus variadas expresiones de vida como lo animal, lo vegetal, los hongos, las bacterias o moneras y el protista o no diferenciado. Estas expresiones de vida son moduladas por códigos de información llamados virus, que constituyen la indispensable virósfera, un símil de nuestra atmósfera.

Para lo anterior es indispensable, conveniente y necesario la triple conciencia que hoy más que nunca se hace prioritaria: 1.- Conciencia de respeto, admiración y amor propio, 2.- Conciencia de respeto, admiración y amor al prójimo. 3.- Conciencia de respeto, admiración y amor al planeta. Debiendo tener siempre presente que como humanos somos: 1.- Perfectibles, sujetos de hacer de nuestros aciertos la oportunidad de mejorarlos. 2.- Defectibles, sujetos de hacer de los errores una oportunidad de aprendizaje. 3.- Perecederos o mortales, sujetos de finitud. Por lo que es hora de aprovechar las diferencias y las similitudes, pero, sobre todo, no ser indiferentes con la vida y la salud integral. (O)

Bosco Alcívar Dueñas, doctor en Medicina, Guayaquil