¿Dónde está la solidaridad guayaquileña? Lo sucedido en dos hospitales públicos y en dos clínicas privadas de la ciudad de Guayaquil muestra deshumanización en ciertos centros de salud.

Un joven obrero tuvo un accidente de trabajo, le cayó en sus ojos una mezcla de hormigón con arena. Un compañero de su empresa lo llevó a un hospital público donde lavaron sus ojos, luego le dijeron sin dar solución que no había oftalmólogo de guardia. Junto a su madre continuó la búsqueda en otras dos clínicas privadas y en un hospital público. En los tres lugares recibieron la misma respuesta: “No hay oftalmólogo de guardia y no hay nada que podamos hacer”. ¿Por qué no le dieron los primeros auxilios?, ¿por qué no consultaron lo que el joven debía hacer en esos casos?, ¿por qué botar de un hospital a una madre angustiada que no sabía lo que su hijo tenía?, ¿y si pierde la visión por no haber actuado a tiempo? Conocí la solidaridad guayaquileña y la época en que todo médico se dedicaba a su consulta privada, pero sentía la obligación de dar algo de su tiempo a los hospitales públicos. Los tiempos cambian, el mundo evoluciona, y hoy lo hace de manera vertiginosa, pero las buenas prácticas deben mantenerse o recuperarse adaptadas a nuevas épocas. (O)

María Leticia Orcés Pareja, máster, avenida