Es pavoroso el repunte de la delincuencia que azota al país. Las autoridades prometen drásticas medidas para su contención y erradicación, medidas que deben ser acompañadas por la más decidida colaboración ciudadana, y la prensa debe desempeñar un importante papel, ya que informa sobre los delitos, pero debe informar más de la prevención y la sanción.

Medios, particularmente audiovisuales, exageran sus interrogatorios a jueces, fiscales y policías recabando de ellos los planes, las estrategias, los territorios por intervenir, los operativos, el número y la especialización de los agentes; sin percatarse de que esa información expuesta en las noticias previene a los delincuentes de las acciones programadas por la Policía. Es de recalcar entonces a radioemisoras, estaciones de televisión, periódicos, que cuiden estos detalles sin dejar de informar sobre el accionar nefasto de la delincuencia y los logros represivos en su contra. Por lo demás, la lucha contra la rampante delincuencia es un compromiso y obligación de todos, pues su nefasto accionar amenaza con destruir nuestra sociedad. (O)

José Teófilo Villón Barros, Guayaquil