La tradicional procesión del Cristo del Consuelo en Guayaquil, concentración multitudinaria de católicos durante el Viernes Santo de cada año, es una demostración de fe en la cual los fieles cumplen una penitencia por amor a Jesucristo, piden perdón a Dios, oran por sus familias, seres queridos, el Ecuador y el mundo entero. El próximo 7 de abril, volverá a realizársela. Foto Carlos Barros - EL UNIVERSO. Foto: Carlos Barros

No solo pensemos en la fanesca, las playas, las diversiones, el alcoholismo. Se recuerda la salvación del mundo gracias a la sangre derramada en la cruz por el único Hijo de Dios, Jesucristo, para que todos mediante el perdón, el arrepentimiento y el propósito de cambiar nuestras acciones tengamos el aliciente para mejorar al mundo.

Que en nuestro país, con tantas situaciones difíciles, también comience el cambio material, espiritual; no sigan los errores y horrores de los politiqueros y delincuentes que mantienen en zozobra a nuestro país. Que demostremos preocupación y soluciones reales, que desea el pueblo ecuatoriano. Que haya un verdadero control delincuencial, trabajo para todos, paz y justicia. Que se insista en la devolución de los dineros que se han llevado, para así hacer las obras fundamentales que resuelvan las principales necesidades de educación, salud, trabajo, etc.

Que en esta Semana Santa recordemos con respeto, meditación y devoción este acontecimiento mayor. Que Dios nos dé a todos inteligencia, sabiduría y nos ilumine con su luz.

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¡Bendícenos, Dios mío. Salva al Ecuador! (O)

Vicente Eduardo Ocaña García, doctor en Medicina, Guayaquil