Comprendemos los trabajos del Municipio de Guayaquil y de Interagua al colocar nuevas tuberías en Urdesa para mejorar el alcantarillado, y entendemos el malestar que se causa a los ciudadanos. Pero podrían comunicar y coordinar las tareas, por la salud física y mental, y por la economía de los ciudadanos que viven o tienen oficinas, negocios, en las zonas donde se realiza la obra pública.

Las maquinarias producen simbrón del terreno como un temblor permanente, ruido, polvo, etc., que causa mareos, náuseas, dolor de cabeza, inapetencia, alteración de los nervios, gripe, impide el sueño, etc. Podrían parar las tareas, no tan tarde, para que la ciudadanía descanse de los estragos ambientales. También comunicar en las cuadras donde hacen las obras, que van a cortar la energía eléctrica, el agua, los cables de internet y de televisión. No informan, toman de sorpresa a las personas llenas de jabón en la ducha, tiñéndose el cabello en la peluquería, haciendo un tratamiento dental a un paciente, preparando el almuerzo que pretendían vender en el restaurante, realizando un trabajo en la computadora que debían entregar de inmediato al jefe, etc. Y de los cortes del cableado de internet que causan, las autoridades del Municipio deberían ver que en lo posible no quiebren los cables de internet, y dar facilidades a las empresas que dan dichos servicios privados de internet a los ciudadanos para que puedan ir a conectar el wifi (internet) y los ciudadanos no se queden todo el tiempo sin poder cumplir con sus teletrabajos ni estén en riesgo de perder sus empleos porque se quedaron sin internet. Cada vez que desconecten los cables y terminen la jornada laboral, indiquen y faciliten a las empresas de cable que regresen a tal hora y vuelvan a conectar a sus usuarios al internet. (O)

Jacinto Torres E., Guayaquil