Con el triunfo electoral del presidente Guillermo Lasso se logró en el 2021:

1) Bajar en el 50 % el riesgo país, la sobretasa de intereses bajó del 17,5 % al 7,5 %, lo cual abre la posibilidad de tener acceso a los mercados de capitales. 2) La vacunación contra el COVID–19 alcanzó a más 9 millones de dólares en 100 días, cuyo costo es de, aproximadamente, 900 millones de dólares sin ningún escándalo por sobreprecios. 3) La libertad de expresión es real, sin presiones institucionales o de personas. 4) La nueva política petrolera permitirá un incremento del 100 % de la producción petrolera, en poco años. 5) Los foros económicos y de inversiones traerán nuevos capitales de inversión directa. 6) La reactivación económica generará nuevos empleos.

Respecto a la pandemia del COVID–19 que azota al mundo, que también nos está afectando, impidiendo avanzar más a prisa y la politiquería sigue como siempre: destruye y nada construye, lo que provoca un panorama sombrío. Pero la voluntad popular a través de la consulta apoyará lo bueno, combatirá lo malo y acabará con lo feo.

Publicidad

Respecto de la situación fiscal, los ingresos tributarios y no tributarios mejorarán; en cuanto al déficit fiscal descenderá de forma paulatina en el trascurso de los próximos años, y la deuda pública mantendrá un equilibrio con el PIB.

Al 2022, ¿optimista? De ninguna manera; pero si las acciones contra la corrupción se mantienen firmes bajo el control de los actuales mandatarios, la economía del país crecería a un ritmo que apuntará a reducir la pobreza, generar empleo e incrementaría la producción como resultado del trabajo conjunto de gobernantes y gobernados, de las tres funciones: Ejecutiva, Legislativa y Judicial. ¿Se dará este milagro? Es hora, también, de creer en milagros. (O)

Carlos Francisco Cortez Castro, economista, Guayaquil