Expongo al presidente de la República, al ministro de Gobierno y miembros de la mesa de diálogo con la Conaie, que desde antes de la pandemia de coronavirus y luego de los levantamientos indígenas, la economía de los más vulnerables se deterioró más en las clases populares y para los adultos mayores con discapacidad o enfermedades catastróficas; razón por la cual ahora están en conocimiento de la mesa de diálogo las rebajas y perdón de las deudas de todas las personas y entidades que han caído en mora en el pago de sus préstamos a los bancos públicos y privados y a los montes de piedad de las entidades del Estado.

Entre los que piden el perdón de sus deudas y rebajas de estas, son las mismas figuras indígenas, cacaoteras, bananeras, floricultoras y más personas y entidades que han caído en mora; pero en ningún momento se menciona a los adultos mayores, discapacitados, personas con enfermedades catastróficas, que se han visto obligadas todo este tiempo a pedir préstamos a la banca, con intereses elevadísimos y por lo mismo se han vuelto impagos, y no son consideradas merecedoras de este beneficio. Ruego a la mesa de diálogo en el ámbito económico tomar en cuenta a estas personas y se perdonen sus deudas que tienen con la banca pública y privada y con los montes de piedad del Estado; son las que más necesitan ayuda, y si una vez perdonadas las deudas queda un saldo pendiente sea tomado para la prórroga de los pagos futuros con mínimo del 1 % de interés. Además, en lo que concierne a los discapacitados, se debe de tener cuidado que ciertos funcionarios públicos no discapacitados no vuelvan a obtener carnés de discapacidad para tener rebajas al comprar carros. (O)

Efraín Vásquez Landívar, abogado, Guayaquil

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