El cantón General Villamil, Playas, sufre en el invierno por las inundaciones en diferentes lugares y proporciones. De acuerdo a la cantidad de precipitación, se destruyen las viviendas, las vías, los negocios y se pone en peligro la vida de las personas.
La población ha sido históricamente una comunidad de pescadores artesanales; aún lo es. Su historia ha evolucionado junto con sus habitantes. Debido a su cercanía a una ciudad grande, como Guayaquil, y al eje comercial que representa, Playas se convirtió en el destino turístico predilecto de los guayaquileños y guayasenses, por las bondades del clima, mar, de nuestro balneario.
El crecimiento de la población playasense y de sus actividades productivas, que atraen inversiones importantes, el crecimiento urbano es inminente y también es acelerado. Sin embargo, la planificación territorial adecuada del cantón no se ha elevado a la misma velocidad. Playas se extiende sin que se planifique ni le provean la adecuada cobertura de los servicios básicos, la protección de los ecosistemas frágiles que lo rodean, como el bosque seco, los cerros y cauces de los ríos.
Publicidad
La demanda de espacios para el crecimiento poblacional presiona sobre los ecosistemas. Muchas personas construyen sobre lugares de riesgo, como los cauces secos de los ríos de estación, los cuales se llenan de agua eventualmente, creando unas crecidas que se desbordan y arrasan cualquier construcción asentada encima y poniendo en peligro la vida de personas, animales, plantas y los bienes materiales. El Municipio es la entidad que tiene por ley la competencia del tema de riesgos causados por las inundaciones. No obstante, hay un vacío de un estudio técnico adecuado y actualizado de la amenaza que representan las inundaciones en el cantón y sus zonas más vulnerables, para prevenir desastres. (O)
Alexandra Cedeño Montesdeoca, máster en Gestión Ambiental, Playas