La apertura del Metro de Quito (de la primera fase) ha embellecido y mejorado sustancialmente su característica de ciudad moderna y cosmopolita. Con la inauguración de este megaproyecto, sus autoridades han resuelto en gran parte el problema del transporte masivo contaminante.

Con dicha obra Quito se convierte en una ciudad privilegiada. Qué pena que las autoridades municipales de Guayaquil no hayan sido visionarias para cambiar el actual sistema de transporte inseguro, obsoleto, pero sobre todo contaminante. Muchos han dicho que aquí esto es imposible por las condiciones geográficas y su costo. Existen ciudades sobre el nivel del mar que cuentan con Metro, lo más seguro es que su construcción sea en alto. Si hablamos de su costo, una parte asumiría el pasajero y otra el cabildo. Aparte de estos beneficios, miles de personas tendrían empleo en la construcción con el apoyo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), Banco Mundial u otra inversión privada internacional. (O)

Homero Bolívar Camposano Costa, máster en lengua inglesa, Guayaquil