Aún se sostiene que el prócer Olmedo huyó luego que Fernando VII (mayo de 1814) disolviera las Cortes, derogada la Constitución del 19 de marzo de 1812, persiguiera a los proponentes de la transformación constitucionalista de la monarquía española fundamentada en los principios de la Ilustración, especialmente, en dos: la igualdad ante la ley, con excepción de los nativos africanos; y la igualdad comercial.

Para confirmar o contradecir aquello, se debe considerar el acta del Cabildo del 20 de enero de 1817 (‘Archivo familia Pino Icaza’), conteniendo el informe sobre la gestión realizada en España como diputado por esta provincia, documento de importancia histórica donde se halla la copia del que presentó en su momento ante las autoridades madrileñas, 10 de septiembre de 1814, casi a los cuatro meses de ocurridos los hechos narrados. De huir y esconderse, no hubiera podido realizar lo antes descrito, versión estudiada por historiadores, señores Guillermo Arosemena, José Gómez, entre otros, confirmando lo indicado, dado que fue partidario de la monarquía constitucional, sin olvidar que en noviembre de 1809 asesoró a la junta de guerra contra el movimiento quiteño del 10 de agosto de ese año (A. E. P., C. D. de A.). Igual ocurre con la casi o ninguna información del período 1817 a 1820 y su viaje de luna de miel a Lima (R. Pérez P.), de lo cual se originan preguntas sin que al momento haya respuestas fehacientes o veraces del particular, coincidiendo con su casamiento. Ejemplo, ¿conocer de cerca el accionar independentista de San Martín en Perú?, o ¿la suerte de sus excompañeros legisladores de Perú perseguidos por Fernando VII? Con la derogatoria de la Constitución de 1812 y el regreso despótico de Fernando VII, ¿el prócer Olmedo comenzó su cambio político hacia un nacionalismo republicano? La acusación a Vicente Roca, por mantener correspondencia con un sacerdote insurgente y defenderlo como abogado (1819), ¿influyó en su concepción política? Al momento no hay respaldo documental sobre el particular, pues para octubre de 1820 no solo fue integrante de la Declaración de Independencia, sino solicitado para dirigir la Junta de Gobierno de la Provincia Libre de Guayaquil. Vale exhortar cívicamente a nuestros ilustres historiadores, que nos demuestren la verdad histórica. (O)

Regina Zambrano Reina, doctora en Jurisprudencia, Guayaquil