Considero necesario que se regule la publicidad pública, esto es, la publicidad que por diferentes medios realizan los organismos del Estado, tanto del Ejecutivo como de los organismos seccionales. Es evidente que hay ocasiones en que se abusa de la publicidad de los entes públicos sin que se entienda la razón para ello.

Muchos de estos casos los hemos visto pero particularmente me voy a referir, solo como ejemplo, a uno que es de actualidad, a la publicidad que la Prefectura del Guayas, por diferentes medios de comunicación viene realizando sobre la contratación del dragado del río Guayas. Nadie niega la trascendencia y la necesidad urgente de esta obra y por tanto nadie se opone, ni es necesario convencer a alguien para que la acepte. Pienso, con todo respeto, que lo que se ha invertido en exceso sobre la publicidad de esta obra, hubiera sido más útil y beneficioso haberlo hecho en obras de infraestructura o servicios sociales que tanta falta le hacen a la provincia. (O)

Oswaldo A. Navarrete Pacheco, ingeniero industrial, Guayaquil