Muchos años siguen pasando, los gobiernos han dictado políticas a través del Ministerio de Educación olvidándose de la calidad y buscando la cantidad en porcentajes, para complacer a organismos internacionales indicando que en Ecuador se enseña.

La realidad es diferente a lo que plasman documentos oficiales, en el sistema actual las deficiencias se acrecientan, se gradúan estudiantes que no estudian, no tienen los conocimientos requeridos para su desarrollo mental y social al salir del colegio. Siempre se ha dicho que los profesores ganan bien, son culpables porque dejan de año; no es verdad. El magisterio nacional tenía su ley y fue derogada por una nueva, LOEI, que en los años que se ha aplicado la calidad fue tirada al tacho de basura quitando respeto a los docentes y dando a creer que los estudiantes tienen siempre la razón, no pueden perder el año, y el docente es discriminado cuando explaya lo que sucede con el estudiante; a personas que no son profesores se da nombramientos en detrimento a los docentes que llevan más de 5 hasta 15 años trabajando en colegios fiscales. No se puede ser ingrato con personas que se prepararon para educar.

El Ministerio de Educación aplicará nuevo decreto, ojalá beneficie y dé nombramiento definitivo a los docentes. Todo lo bueno que se haga por la educación, bienvenido sea. Todo lo que se tenga que hacer para elevar la educación el estudiante debe entenderlo, él va al colegio a cumplir con las normas y deberes de la institución que lo va a preparar, debe ir a estudiar y no a exigir que lo pasen de año. Que abran los departamentos médicos y legal para dilucidar problemas que se puedan presentar, eso será autonomía y no se dependerá de otras instancias que muchas veces alcahuetean y defienden lo indefendible, por ejemplo, ordenar por escrito que pase o gradúen al alumno que no estudió. (O)

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Alexander Wladimir Frías Gómez, abogado, Guayaquil