Ciertos bloques en la Asamblea Nacional no desisten en llevar a cabo un juicio político al presidente Guillermo Lasso. Foto: Vicente Ordóñez

La frase, “¡muera la inteligencia!”, atribuida a un militar español por 1936, de apellido Millan Astray, sobre la cual existe mucha controversia con respecto a si la dijo o no, en un acto en la Universidad de Salamanca, parece haber hecho carne.

En Ecuador, algunos asambleístas que por distintas razones revolotean alrededor del juicio político al presidente Guillermo Lasso demuestran con creces en sus actos y discursos con miradas bovinas, entusiasmos pueriles, alharacas primitivas o con poses pretendiendo ser dignas; que les resulta imposible discurrir con lógica.

¡Francamente parecen la inspiración de Millan Astray! La cadena de errores en los distintos documentos producidos con la intención de llevar adelante el juicio político contra el presidente no dejan duda. Siendo legisladores: ¿que desconozcan la propia ley del Legislativo al que pertenecen y en el cual deben actuar apegados a la ley de ese cuerpo? ¿Que desconozcan la Constitución que es la carta magna del país? ¿Que den interpretaciones antojadizas a los preceptos legales para que se ajusten a sus pretensiones sin importar que toda una población desprecie precisamente eso? ¡Que no sientan vergüenza de comportarse con tozudez de ideas fijas, en muchos casos producto de sus mentores políticos!

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¿Pero quién los escoge como candidatos? Ese es otro capítulo, una persona a la que no le importa poner en el rol de legislar a útiles únicamente como herramientas, para propósitos protervos, perjudicando con eso a todo un país y que con cara dura vocifera que defiende al país. No se trata aquí de defender a nadie, se trata de combatir la estulticia que ha tomado cuerpo en la política. (O)

José M. Jalil Haas, ingeniero químico, Quito