Soy un jubilado que en mi juventud pensé que esa institución, el IESS, era una ayuda para el ser humano cuando terminaba su etapa económicamente activa y había contribuido por más de 35, 40 años de aportar económicamente para su vejez.

Está en su derecho el IESS, Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, institución autónoma que fue creada para ese fin, de que se haga cargo de ese aportante en la salud y la economía; pero al correr de los años, líderes políticos en su afán de saciar sus intereses cogieron como caja chica para despilfarros a la institución, llevándola a una situación preocupante también para las actuales generaciones de trabajadores que con sus aportaciones piensan tener ese derecho, de la Seguridad Social, en su última etapa de su vida en la tierra. Pido a Dios lleve a la sensatez y termine esta triste realidad de los ecuatorianos. (O)

Colón Vicente Quiroz Ferruzola, jubilado, Guayaquil