En la ciudadela Miraflores a ciudadanos que se dirigen a los trabajos, estudios, compras, a las personas que se bajan, suben a sus carros, esperan colectivos; las sorprenden delincuentes, vagos.

La delincuencia tampoco descansa en Los Ceibos, los alrededores de Santa Cecilia... ¡Qué pasa que no hay reportes de noticias de la policía, de bajas a los asaltos!, cogen a unos tres delincuentes, los esposan y las tomas, fotos son que los llevan a declarar, no se sabe si en la esquina los dejan libres. La delincuencia organizada, las drogas, la inseguridad las dejaron de herencia los revolucionarios del siglo XXI. ¡Ahora quién nos limpia de esto! (O)

Robertho Erazo, Guayaquil