Leer que un ‘juez’ privilegia en su sentencia a criminales, ladrones o traficantes de droga –y no a los ciudadanos comunes– produce náusea, dudas sobre la viabilidad del Estado de derecho y un sentimiento íntimo de eliminar esto.

La Policía nacional, al igual que las Fuerzas Armadas de una nación democrática, son instituciones a las cuales los ciudadanos –y no pelafustanes coludidos con los cacos– les entregan las armas para que las usen en defensa del bien. Es lo que cualquier ciudadano, y no se diga ‘supuestos letrados’, deben conocer bajo el término: uso legal de la fuerza. Yo les quiero hacer a ustedes –prensa– una respetuosa sugerencia: incluyan el nombre de los jueces que fallan con tantas estulticias y tan pocas consideraciones hacia nosotros, los ciudadanos. ¿Quién nos va a proteger, si se castiga y encarcela a quienes la ley les ha encargado protegernos? Este país está muy mal…, está podrido hasta el tuétano… A ciertos ‘jueces’ hay que señalarlos y auditarlos por el bien de la sociedad.

Al señor policía Santiago Olmedo, mi respeto y solidaridad, amén de mi agradecimiento por actuar como hombre de honor y defender a un adolescente inocente. A lo actuado por un ‘juez’ que se esconde en el anonimato, mi repudio y náusea que me sale desde las entrañas. (O)

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Mario Ponce Lavalle, arquitecto, Quito