La gran noticia de la declaración de la Reserva Marina Hermandad de las islas Galapágos por parte del presidente Guillermo Lasso llegó a los ecuatorianos como un bálsamo de alegría y esperanza en medio de la adversidad en tiempos de pandemia y dolor.

Es un gran salto para el cuidado, preservación, de los recursos naturales y marinos de nuestro planeta. Es una muy buena contribución para atenuar tanto mal y desgaste por parte del hombre a la Tierra y su contaminación ambiental. Es ejemplo para los demás países del mundo que, con conciencia, acuerdos y diálogos se puede lograr el bienestar de todos y de futuras generaciones. Es una de las más grandes reservas marinas en el planeta. Las islas Galápagos son una de las maravillas del mundo, patrimonio de la humanidad, por la Unesco; con encanto, belleza natural y fauna marina, tortugas gigantes únicas en el mundo. Es muy importante esta unión de criterios y aciertos de los cuatro países, Ecuador, Panamá, Costa Rica y Colombia, que acordaron la ampliación de la reserva marina de las Galápagos en su extensión para formar la Reserva Marina Hermandad.

Con este acuerdo ya no veremos las grandes flotas de barcos fantasmas llamados los depredadores del mar, al contrario, volveremos a ver y sentir la suave brisa del mar y sus aguas transparentes cristalinas, como el hogar grande y libre, con especies marinas completando su ciclo de vida sin peligro de extinción. Gracias presidentes de los países hermanos y al ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton por formar parte de este histórico acto de mucha responsabilidad y de amor a nuestro planeta. (O)

Publicidad

Alicia Carriel Salazar, Guayaquil